Vamos...que me ha gustado a mí la gastronomía extremeña. Y se lo prometí a mis amigos Antonia y Miguel.
Como en toda receta tradicional, hay muchas, pero pequeñas, variantes. Yo me he decidido por una de las más clásicas con el añadido del pimiento morrón y de unas patatuelas al final. No sé si seré hereje gastronómico o no...pero seguro que en este domingo frío de Murcia vendrá como nunca.
* 1 Kg de cordero lechal o cabrito cortado en trozos pequeños.
* 1 Hígado de cordero.
* Aceite de oliva.
* 1 Cebolla.
* 1 Pimiento rojo.
* 3/4 Dientes de ajo.
* 1/2 Lt. de vino tinto.
* 1 Cucharada de harina.
* 2/3 Hojas de laurel.
* Unos granos de pimienta.
1.- Poner una cazuela, preferiblemente de barro al fuego medio. Pelar los dientes de ajo y darles un golpe para que se machaquen.
2.- Cuando el aceite ya esté caliente, poner a dorar los ajos. Una vez dorados, sacar y reservar.
3.- Mientras vamos salpimentando el cordero y el hígado cortado en trozos grandes. Cuando saquemos el ajo, en el mismo aceite y a fuego vivo, vamos sofriendo el cordero y el hígado.
4.- Cuando el hígado esté ya hecho, lo sacamos y lo reservamos junto al ajo. Mientras se hace la carne vamos cortando en trozos muy finos la cebolla y el pimiento.
5.- Cuando veamos que el cordero ya está dorado, añadimos la cebolla, el pimiento y el laurel. Dejamos pochar ya con un fuego menos fuerte.
6.- Cuando ya hayamos pochado la verdura, añadimos la cucharada de pimentón. Remover rápido para que no se queme y amargue y añadimos posteriormente el vino. Dejar que se vaya evaporando.
7.- Cuando haya evaporado el vino añadimos la cucharada de harina. Os remiendo echarla pasándola por un colador ya que así evitamos que se nos formen grumos. Mover bien.
8.- Cuando hayamos disuelto la harina, añadimos como un par de vasos de agua. Medio litro más o menos. Ahora habrá que dejarlo a fuego lento no menos de una hora. Es de los guisos en los que la cocción lenta los mejora.
9.- Ahora tenemos tiempo de hacer el majado. En un vaso batidor ponemos el hígado, los ajos, unos granos de pimienta, un chorro de aceite de oliva y dos o tres cucharadas del caldo del guiso. Triturar muy fino y reservar. Os debería quedar una pasta fina.
10.- Cuando haya transcurrido más o menos 45 minutos, pelamos un par de patatas y las rompemos sobre el guiso.
12.- Pasado ese tiempo...sólo emplatar. Preparar un buen pedazo de pan y un buen vino. ¡A disfrutar!